jueves, 30 de agosto de 2012

Capítulo 12

-Un paso más y…- sacó la mano de sus ojos dejándole ver.
No podía creérselo, había cambiado por completo el aspecto de la vieja cabaña del socorrista. Miró a su alrededor asombrada por el cambio. No había rastro de las telarañas, de las botellas rotas, del polvo, de los preservativos usados ni de aquel horrible olor a cerrado. Ahora toda aquella suciedad había desaparecido dejando ver todas y cada una de las vetas de la vieja madera. A través de las ventanas podía verse la playa con total claridad, antes habría sido imposible. Sobre el alféizar había colocado un montón de velas, la única iluminación de la cabaña, que mezclaban sus aromas en un aire que olía a fresa y a vainilla y a mora y a menta. En el suelo, una manta morada estaba plagada de cojines de todos los colores. Todo aquello creaba una atmósfera mágica. Entonces, el sonido de las olas comenzó a fundirse con las primeras notas arrancadas de una guitarra seguidas de aquella voz, ahora familiar después de haberla oído tantas veces en las últimas horas, y esas palabras que tanto la hipnotizaban. Por un momento se concentró en ellas y se olvidó de quien tenía al lado. Y cuando los labios de él rozaron su oído hubo magia. Pero magia de verdad, no de esos trucos baratos en los que el mago saca un conejo de la chistera, magia de la buena.
-¿Qué te parece?- le susurró.
-Esto es increíble.
-Me alegro de que te guste. ¿Nos sentamos?- preguntó conduciéndola a la manta.
-¿Cómo has hecho todo esto?- quiso saber todavía sorprendida.
-En cuanto salí del entrenamiento vine hasta aquí y bueno… con un poco de ayuda de los chicos conseguí acabarlo a tiempo.
-Y, ¿por qué lo has hecho?- y esa era la pregunta que realmente le importaba.
-¿No es evidente?
-Bueno… tengo alguna teoría.-dijo sonriendo.
-Prueba, a lo mejor aciertas.
-No, no, quiero oírlo de ti.
-Pues verás…- empezaba a ponerse nervioso y todos sus músculos se tensaron, no era bueno expresando lo que sentía, no lo hacía a menudo- hace ya bastante tiempo que nos conocemos, y bastante tiempo que somos amigos, buenos amigos. Pero no puedo negar que desde hace un tiempo ya no te veo como amiga. O sea, no es que no quiera ser tu amigo, que no quiero, pero no por lo que tu crees… ¡Dios, ya te había avisado de que se me dan mal estas cosas!
Ella se río, para darle fuerzas, para animarle a seguir. Lo conocía y sabía que esto no era fácil para él, no se sentía cómodo expresando sus sentimientos.
-Inténtalo, quiero oírlo.
Él suspiró. Después de haberse tomado tantas molestias y de haber preparado todo aquello por ella tenía que decírselo, no podía dejar escapar aquella oportunidad.
-Lo que quiero decir es que en las últimas semanas me he fijado en ti, de otra forma distinta, y me gusta lo que veo. Erica, me gustas tú.-suspiró aliviado de haberlo soltado.- ¿Qué tal?
-Perfecto.- dijo sonriendo.
-¿Coincide con tu teoría?
-Cada palabra y cada pausa. Y me gusta lo que he oído, Yago, me gustas tú.
Al oírlo todos sus nervios desaparecieron. Su cuerpo, hasta ahora en tensión, se relajó por completo. Sus labios comenzaron a esbozar una sonrisa, esa sonrisa que a ella tanto le gustaba. Aunque por otro lado, ¿qué no le gustaba de él?                                                                         Se miraron directamente a los ojos, desnudándose el uno al otro, leyéndose la mente, descifrando sus intenciones. Ambos coincidían en algo y no lo hicieron esperar, ya se habían contenido demasiado. Se besaron, se mordieron, se probaron. Y no fue suficiente. Se besaron con más intensidad, se mordieron más fuerte, probaron cosas nuevas. Y ambos querían más.
-¿Quieres?- preguntó él con la voz entrecortada.
Ella no contestó con palabras, pero la respuesta fue más que clara. Está claro que a veces no hacen falta palabras. Se aferró más a él, y todavía sentían que había demasiada distancia. Una barrera de ropa los separaba, pero no era demasiado difícil derribarla y en seguida consiguieron atravesarla. Fuera hacía el frío típico de febrero, dentro estaban en pleno agosto.
Y ahora el aire olía a fresa, y a vainilla, y a mora, y a menta y a amor.

6 comentarios:

  1. Hola me llamo mireia , y soy seguidora de tu blog , y bueno te queria decir qu ete he nominado en mi blog , ( en unos nuebos premios que circulan por los blogs ) , me gustaria que vieras la entrada , mas bien estos premios son para nombrar blogs que son muy buenos y darlos a conocer a mas personas , y también para conocer un poco mas a las personas que dirigen ese blog .
    http://unmundodepalabras-blog.blogspot.com.es/2012/09/me-han-nominado.html

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  2. Dios, me.. Encanta este capitulo, es precioso :'3 Enserio, nunca dejes de escribir , tienes un gran futuro! Enserio, animo, me encantaaa! :''33

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    1. No las des, buah esk te mereces triunfar, escribes perfectamente ojala qe hagas un libro, triunfaria seguro y yo te lo compraría sin dudarlo vamos! Jajaja :)
      No enserio, que me encanta esta historia, sobretodo este capítulo esq es perfectisimo! Ojala mi novio me hiciese algo asi, seria perfecto! Me encanta lo qe hace Yago y me encanta Dani y Ari, son todos perfectos guauuu!

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    2. ¡Pues muchísimas gracias,otra vez! Es que no lo puedo evitar, de verdad, si todo este proyecto sigue en marcha es por gente como tú que con sus comentarios me anima a seguir, así que de verdad gracias!
      Por si te interesa estar más al día de los capítulos y tal, puedes agregarme a mi tuenti : Noexiste Unyo Sino Estástú

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