lunes, 6 de agosto de 2012

Capítulo 6

Noche. Noche de locura, de pasión, de descontrol.
Noche. Noche frenética, imparable, de sentimientos y emociones.
Noche. Noche de fantasías, ilusiones, sueños por cumplir.

Cuando bajó del coche estaba en el centro de una gran explanada, estaba vacía a excepción de un antiguo local que sin ninguna duda había vivido tiempos mejores. Encima de la enorme puerta había un letrero dando nombre al local. Cuando todo aquello funcionaba debía haber estado iluminado con luces de neón. El letrero ponía NeverMind. Se quedó mirándolo un buen rato, no entendía nada, ¿para qué la habrían traído aquí?

-Entremos.- dijo Erica.

Abrieron las pesadas puertas y entraron. Dentro estaba todo a oscuras, no se veía absolutamente nada. Todo aquello era muy raro. De repente, un millón de luces de colores se encendieron de golpe.

-¡Felicidades! – y a la vez que lo gritaban aparecieron de la nada montones de personas, gente del instituto, amigos de fuera y otros que ni la propia Ariana conocía. Todos ellos vestidos con trajes y vestidos.

"¿De dónde habrán sacado tanta gente?!"

-¿Qué te parece? – preguntó Erica, que estaba espectacular su vestido blanco. – Esta vez Vero se ha lucido de lo lindo ¿no crees?

Ariana observó con atención todo lo que veía a su alrededor. El local era muy amplio, enorme aunque con la cantidad de personas que había allí dentro no parecía tan grande como en realidad era. Estaba iluminado por un montón de luces de todos los colores: rosa, azul, amarillo, verde, algunas incluso parpadeaban. Tenía un aire muy grunge. Sofás rasgados y paredes de ladrillo decoradas con fotografías de Nirvana. En el centro de la sala hay una inmensa pista de baile rodeada por una barra, con camarero y todo.

"¿De dónde habrán sacado al camarero?"

En frente a la pista una mesa de mezclas y un par de enormes altavoces. Al fondo de todo estaban los baños. Sin quererlo abrió la boca del asombro.

-¡Joder, es increíble! – dijo-¿Cómo piensa pagar todo esto?

- El local es de un amigo de mi padre, es gratis. – dijo Vero, aunque no tenía muy claro cuando se había unido a la conversación. – Para las bebidas hemos hecho una colecta, no hay de que preocuparse. El camarero, por si no te habías dado cuenta, es mi hermano y el DJ con lo bueno que está conseguiré un pequeño descuento por ser… amiga. ¡Voy a subirme al barco del amor! – y con este último comentario se esfumó hasta llegar a su nueva víctima que sin duda, con su nuevo vestido rojo, caería.

-¿Y el del italiano?

-No tengo ni la menor idea.- respondió Erica.

La noche fue toda una locura. Todo el mundo se sacaba fotos con todos, aunque fueran completamente desconocidos. La pista de baile estaba abarrotada. Todos gritaban, saltaban y alzaban las manos. El hermano de Vero tenía mucho trabajo en la barra. Todavía no sabía porque se había dejado convencer para hacer esto. Ariana era el centro de todas las miradas. Todo el mundo quería hablar con ella, felicitarla, o conseguir un baile. Ella se limitaba a asentir, dar las gracias y bailar. Vero bailaba animada al lado de la mesa de mezclas, de vez en cuando podía pinchar algo. El DJ estaba contento con la compañía que le había tocado. Aquella chica era todo un bombón.

-Vuelvo ahora.- le susurró Vero al oído. Él se estremeció al notar su respiración en la oreja. La sensación sólo duró unos segundos. Después ella había desaparecido.

Al cabo de unos minutos apareció con una gigantesca tarta de cumpleaños.

-Vamos, tú también tienes que cantar.

Lo agarró de la mano y juntos llevaron la tarta hasta el centro de la pista. Empezó a formarse un corrillo y entonces Ariana apareció de entre la multitud.

-Te dijimos que no te librabas de la humillación pública mientras te cantábamos el cumpleaños feliz. – y así todo el mundo empezó a cantarle y sus mejillas a enrojecerse. La tarta era de chocolate y nata y estaba riquísima, pero teniendo en cuenta la cantidad de gente que había dentro llegaría para todos.

-Tía, estás guapísima con ese vestido. – le dijo una voz a sus espaldas, Laura.

-Tú no estás nada mal con el tuyo ¿no? – ella llevaba su vestido verde y extrañamente su melena ondulada estaba suelta.

-¡Felicidades Ariana! – le dijo Jorge, su novio.

-Muchas gracias Jorge. – y así ambos se fueron agarrados de la mano. Los vio alejarse. Sonrío. Hacían buena pareja. Sí, Jorge le gustaba para ella.

- Hola guapa, ¡menuda fiesta que no has montado! – dijo Dani. Su aliento olía a vodka ¿De dónde habría salido? ¿Quién lo habría invitado?

-Gracias… - contestó cortada.- aunque en realidad no la he montado yo, todo ha sido cosa de una amiga, yo no tenía ni idea de nada.

-De todos modos es tu fiesta. ¿Vienes a bailar?– y antes de que pudiera responder la había agarrado de la mano y arrastrado a la pista.

-Estás muy guapa hoy, más que de costumbre, que ya es difícil. – notó como la sangre se le concentraba en las mejillas y empezaba a ponerse roja.

"¡Genial!"

-Gracias. – y siguieron bailando. No pensaba que Dani tuviera mucha idea sobre cómo se bailaba y en seguida se lo demostró. Era bastante gracioso, trató como pudo de contener la risa pero le fue imposible y soltó una pequeña carcajada.

-¿Te hago gracia?

-No, no, claro que no.

-No hace falta que me mientas, sé que bailo de pena. – y le sonrió. En ese momento su aprensión hacia a él empezó a disminuir, parecía hasta simpático, tal vez lo había juzgado mal después de todo.

-Bueno, sólo un poco. – y ambos rieron.

Entonces el DJ, no, ahora pinchaba Vero, decidió que era hora de cambiar de ritmo y puso una canción lenta. Dani se acercó más a Ariana, estaban muy pegados.

-Procuraré no pisarte demasiado.- y se acercó todavía más si era posible. Sus cuerpos se pegaron por completo, incluso podían notar como sus pechos se hinchaban al respirar. Entonces él acercó su boca hacia la de Ariana y la besó. La besaba con ansiedad, casi con necesidad. Su boca parecía hambrienta, y lo peor era que estaba hambrienta de ella. Entonces sus manos empezaron a deslizarse poco a poco. Tampoco podrían ser amigos, por lo visto. Trató de sacárselo de encima con todas sus fuerzas, pero parecía inútil. Después de muchos intentos por fin consiguió apartarle la cara y decir.

-No, para.

-Tienes razón, aquí no.- y volvió a agarrarla de la mano y arrastrarla hasta fuera. La llevó a detrás del local,
estaba todo muy vacío. Antes de que pudiera decir nada sus labios volvían a estar en los suyos y sus manos recorrían ansiosas todo su cuerpo hasta que encontraron la cremallera del vestido que poco a poco se empezó a deslizar. Sus manos se tuvieron que detener cuando Ariana se las cogió con fuerza.

-¿Qué pasa?

-No pienso acostarme contigo ni aquí ni en ningún sitio. – y se fue, dejándolo así ansioso y confundido.

¡Ahora entendía el porqué del comentario en el tuenti!

Volvió a entrar en el local. Necesitaba hablar con alguien, desahogarse y la primera en la que pensó fue Erica. Estuvo un rato buscándola y cuando la vio se dio cuenta de con quien estaba hablando, era Yago, ambos reían y parecían pasarlo bien. También vio como unas cuantas chicas miraban con envidia a su mejor amiga. Decidió dejar disfrutar a Erica de su momento, entonces vio que Vero iba hacía ella.

-¿Qué acaba de pasar?

-¿Lo has visto?

-¿Qué si he visto como ese tío te comía la boca, tú te apartabas y luego os largabais fuera? Pues sí.

-Vero ese tío es Dani el de segundo y no es lo que piensas, o sea, me llevó a fuera para hacer lo que piensas pero yo lo paré.

-¿¡Lo paraste!? ¿¡A Dani!?

-Sí.

-¿Pero tú has visto que hombre? ¡Ahora pensará que eres una estrecha!

- Pues que piense lo que quiera, me da igual. ¿Y tú qué tal con el DJ?

-¡Oye, no me cambies de tema! Pero ya que preguntas, perfecto el descuento ya lo tengo.

-Dime cuanto es y te lo pago.

-¿Estás de coña? ¡Es tu cumpleaños, no vas a pagar nada! Pásalo bien y déjate de tonterías.- escucharon un grito que decía su nombre. – Cariño, me está llamando, ¿te importa?

-No, tranquila, no pasa nada.

-Por cierto, busca a Laura que no sé de ella desde que sacamos la tarta.

En cuanto se fue se puse a buscar a Laura, la encontró fuera con Jorge, estaban besándose exactamente en el mismo sitio donde ella lo había hecho cinco minutos antes, ¡qué felices parecían!
Y en ese momento se di cuenta de que a pesar de estar rodeada de gente en el fondo se sentía muy, muy sola.

Después de eso se pasó la noche tratando de evitar a Dani. Volvió a la pista y se camufló entre la gente. Volvía a estar pasándoselo bien.

-¡Hola! ¿Sabes con quién he estado hablando? – peguntó Erica.

-¡Sí, te he visto con Yago!

-Sí, me ha dicho que estaba super guapa y… - entonces Ariana, para sorpresa de Erica, desapareció detrás
de una mesa. -¿¡Que coñ…!? ¡Hola Dani!

-Hola Erica, ¿has visto a Ariana? – entonces Erica unió cabos y se dio cuenta de porque su amiga estaba ahora en el suelo, detrás de una mesa.

-No, la verdad es que no

-¿Entonces con quien estabas hablando?

-¿Hablando? ¡No, estaba cantando esta canción! – y empezó a hacer que cantaba la canción que sonaba.
Era en inglés y además no tenía ni idea de la letra, pero Dani que había bebido demasiado no lo notó. - ¡Me encanta!

-¿Si la ves le puedes decir que necesito hablar con ella?

-Sí, claro.

-Gracias.- Dani se fue y en cuanto estuvo suficientemente lejos Ariana salió de su escondite.

-¿Me puedes explicar esto?

Suspiró, pero le contó todo lo que había pasado, justo cuando acabó escuchó la voz de Vero a través de los altavoces.

-Y esta canción es para la cumpleañera. – hizo un par de cambios en la mesa de mezclas y empezó a sonar Forever de Chris Brown. ¡Qué bien la conocía! Chris Brown era su cantante favorito. A pesar de todo el revuelo que había causado con el tema de Rihanna ella seguía adorándolo por su música. Personalmente le parecía muy mal que Rihanna hubiera sacado la canción de "S&M", en la que literalmente decía que "romperme los huesos y los látigos me excitan", después de todo lo sucedido. Y en cuanto sonó la primera nota de la canción todos se pusieron a bailar al ritmo de Forever como si fuera la última noche de sus vidas.

Feel the melody and the rhythm of the music around you, around you.

-Oye, al final no me acabaste de contar que tal con Yago.- dijo a la vez que bailaba.

-Pues eso, me dijo que estaba muy guapa y que era muy divertida. – hizo una pausa. – Y me ha preguntado si quiero ir mañana a dar una vuelta con él. – y cuando lo dijo no sé quién de las dos estaba más feliz y entusiasmada.


El resto de la noche se les pasó volando. Ariana tenía que esconderse de vez en cuando, pero por lo demás fue increíble. Vero acabó con el número del DJ y la promesa de volver a verse. Erica estuvo con Yago el resto de la noche. Laura bailó con Jorge toda la noche. Los invitados que quedaban, algunos ya se habían ido, tampoco podían quejarse. Algunos bailaban, otros estaba ya tirados en los sofás. A eso de las cinco y media el local se quedó vacío.


Cuando Ariana llegó a casa lo primero que hizo fue sacarse los tacones y notó que sus pies estaban doloridos, se puso el pijama, se cepilló los dientes y se fui directa a la cama, la habitación ya estaba empezando a dar vueltas y cerró los ojos tratando de disminuir el efecto. Cuando por fin se durmió volvió a soñar con Cristian.

Estaba en una fiesta. Su fiesta de cumpleaños. Alguien la agarró desde atrás, por la cintura, cuando se giró vio que era él y estaba sonriendo. Se pusieron a bailar muy pegados. Sentían sus respiraciones agitadas, los latidos de sus corazones. Estaban a punto de juntar sus labios cuando de repente apareció Sandra y él como hechizado se dirigió hacia ella. Cuando estuvieron lo suficientemente juntos se dieron el beso que Ariana tanto ansiaba que le diera a ella. Entonces sintió como se desvanecía y lo único que podía hacer era quedarse allí, mirando como ellos se besaban, se querían y sintiendo una gran envidia hacía esa chica que la había sacado de los brazos de la persona que la volvía loca con tan solo tocar. Notó como su cara se humedecía poco a poco y las lágrimas resbalaban hasta conseguir caer.

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