viernes, 14 de septiembre de 2012

Capítulo 14


Todavía no se puede creer que esté con ella. Estos últimos días a su lado habían sido increíbles. Ella todavía seguía teniendo alguna reserva con él, pero no la podía culpar después de todo lo que había pasado aquella tarde. Si supiera que en el fondo sólo lo había hecho para salvarle el pellejo…Pero también gracias a esa tarde se había dado cuenta de la atracción que tenía hacía ella. Entonces le vinieron recuerdos sueltos. Ella con aquel vestido blanco. Ella con las uñas pintadas de rojo. Ella saltando la valla del instituto. Su vestido que se levanta más de lo debido. Él que, sin querer y a la vez sin poder evitarlo, mira. Y la ola de calor que desató después. Las palabras sueltas que consiguió arrancarle. Sus mejillas coloradas. Y después… después vino aquella mirada horrorizada y todas las puertas se cerraron. Al menos hasta ahora. Además también parecía haber olvidado toda su actuación en la noche de su cumpleaños. Se había prometido a si mismo que dejaría de beber, o al menos, reduciría la cantidad.
Se tira en el sofá desganado. Mira el reloj. Hace diez minutos que pidió la comida así que estará a punto de llegar. En la casa reina un silencio que lo está matando así que enciende la televisión para que haga algo de ruido. A pesar de que la mayor parte de las últimas semanas, desde que cumplió los dieciocho, hayan sido así no se acaba de acostumbrar a aquella soledad. Antes siempre acompañaba a sus padres en sus viajes o, cuando su madre prefería prescindir de su compañía, se quedaba con sus tíos pero nunca solo en casa. Su madre… No acaba de congeniar con ella. Era muy fría y la mayoría de las veces pasaba de él. Su padre era distinto, cuando no estaba en casa lo llamaba continuamente y siempre le llevaba dibujos nuevos que lo inspiraban en sus bocetos. Lo conocía muy bien. A su padre le tenía más cariño, sí, sin duda. Empieza a hacer zapping pero no encuentra nada que le acabe de gustar. Al final se rinde y lo deja en Los Simpson, ha visto ese capítulo unas diez veces pero no le importa. Al menos lo saca de sus pensamientos. Cuando está prácticamente metido en el capítulo el timbre lo sorprende.
-Ya era hora.- murmura entre dientes.
Se acerca a la puerta y la abre. En el rellano de pie está una asiática de rasgos muy dulces que sostiene una bolsa, en ella está su cena: arroz tres delicias, un rollito de primavera y ternera con bambú. Le entregó la bolsa y le dijo cuanto le debía en un español un tanto precario. Dani sacó de su bolsillo la cartera y le extendió un billete de diez euros. Cuando la joven le da las vueltas una idea cruza por la cabeza de Dani.
-Perdona, pero ¿quieres quedarte a cenar conmigo?
La cara de ella es todo un poema, incluso sus mejillas comienzan a enrojecer.
-No, lo siento, tengo que seguir trabajando.- dijo mientras levantaba las otras bolsas del reparto.
-No pasa nada.- respondió Dani.
Cerró la puerta y se sentó de nuevo en el sofá. ¿De verdad estaba tan desesperado como para haberle pedido que se quedara a cenar con él?
Ahí, sentado en el sofá viendo la televisión solo y cenando comida china se dio cuenta de lo verdaderamente solo que se sentía. Los últimos días habían sido iguales. En lugar de comida china había sido una pizza, comida mejica, kebab o algo por estilo. Siempre sentado en el enorme sofá y siempre viendo la televisión. Pero sobretodo solo. Y entonces la idea de poder hacer todo aquello con Ariana le reconfortó. Adiós a las cenas solo. Adiós a la telebasura. Adiós a la comida para llevar. Había llegado a su vida en el momento exacto y para cambiarla por completo. Cambiarla para mejor.
Cuando acaba de cenar apaga la televisión y lleva todo a la cocina. Si su madre llega y encuentra el salón desordenado quien sabe que podría pasar…  Mejor no exponerse a una bronca segura. Se dio una ducha rápida y se encerró en su habitación. Como todavía no tenía sueño se sentó en su escritorio y cogió su libreta de bocetos. Del estuche extrajo un lápiz y lo afila cuidadosamente. En una hoja en limpio comenzó a realizar los primeros trazos de aquel dibujo. La forma de la cara, tan angulosa y bella. Aquellos labios, perfectos… Su nariz y su pelo, sedoso y liso como una tabla. Al llegar a los ojos se detuvo un momento. No tenía muy claro como dibujarlos, así que se limitó a trazar la forma y añadirle unas infinitas pestañas. Volvió a los ojos y trató de plasmar el brillo que transmitían, la magia que irradiaban. Se había perdido tantas veces en ellos en los últimos días… Unas líneas por aquí, otras por allí… Lo mira, no le gusta, lo borra y vuelve con ellos. Tras varios intentos por fin está satisfecho. Coge el cuaderno y lo sostiene en el aire, observa el dibujo. Sí, ciertamente se parece a ella, es muy fácil reconocerla. Pero sin embargo… hay algo que falla. Así que arranca la hoja, hace una pelota con ella y la tira a la papelera. La pelota rebota contra el borde pero consigue caer dentro. Entonces vuelve a empezar con el dibujo. Esta vez más despacio, fijándose en cada rasgo de su cara, poniendo más cuidado en cada pequeño detalle como en ese diminuto lunar casi imperceptible que tiene sobre la comisura del labio y que antes había olvidado dibujar. Nuevamente se vuelve a bloquear en sus ojos. ¿Qué demonios tienen, que hacen que le resulte tan difícil dibujarlos? Pasa rápidamente el lápiz por el papel y le gusta lo que ve. Luego lo inclina para aplicar alguna sombra. Cuando termina vuelve a alzarlo en el aire y se queda mirándolo durante un par de minutos. Está muchísimo mejor que el de antes y cualquiera podría reconocer a Ariana en aquel dibujo. Pero Dani sigue analizándolo, buscando el mínimo fallo. Nadie le habría puesto ninguna pega a aquel retrato, pero para él no era suficientemente bueno y vuelve a desecharlo. Frustrado y cansado decide dejarlo por hoy. Se mete en la cama y trata de quedarse dormido. Lo último que ve antes de caer en los brazos de Morfeo son aquellos ojos entre verde azul que tanto lo enloquecen.

3 comentarios:

  1. Oh dios, no, no, nooooo, no me dejes así por favor!! Necesito saber más!!
    Me da mucha pena Dani, puedo decir que sé lo que es sentirse así, y muchas veces necesitamos de esa soledad, pero cuando ya se vuelve una costumbre, un hábito... lo que te deja dentro es una inmensa tristeza. Y qué perfeccionista con el dibujo, eso implica que siente de verdad, quiere reflejarlo al máximo en ese dibujo.
    Me encanta, quiero más!! Un besoteeee <3
    PD: siento no haberme pasado antes, pero estoy liada con la universidad, y ni tiempo pa escribir tiempo :$ Por suerte, he subido nuevo capítulo hace unos días, sólo que ni tiempo he tenido de avisar jaja. Te espero!! Un besote enorme cariño :D

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    1. ¡Me alegra saber que alguién entiende de verdad todo lo que hay detrás de este capítulo!
      Gracias, de verdad, por todos los comentario y ánimos :)
      PD: no te preocupes, yo también ando muy liada con las clases (no de Universidad, pero aún así es un estrés) y gracias por avisarme del capítulo en cuanto pueda leo y comento!
      Otro más grande, guapísima!

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