Todavía no se puede creer
que esté con ella. Estos últimos días a su lado habían sido increíbles. Ella
todavía seguía teniendo alguna reserva con él, pero no la podía culpar después
de todo lo que había pasado aquella tarde. Si supiera que en el fondo sólo lo
había hecho para salvarle el pellejo…Pero también gracias a esa tarde se había
dado cuenta de la atracción que tenía hacía ella. Entonces le vinieron
recuerdos sueltos. Ella con aquel vestido blanco. Ella con las uñas pintadas de
rojo. Ella saltando la valla del instituto. Su vestido que se levanta más de lo
debido. Él que, sin querer y a la vez sin poder evitarlo, mira. Y la ola de
calor que desató después. Las palabras sueltas que consiguió arrancarle. Sus
mejillas coloradas. Y después… después vino aquella mirada horrorizada y todas
las puertas se cerraron. Al menos hasta ahora. Además también parecía haber
olvidado toda su actuación en la noche de su cumpleaños. Se había prometido a
si mismo que dejaría de beber, o al menos, reduciría la cantidad.
Se tira en el sofá
desganado. Mira el reloj. Hace diez minutos que pidió la comida así que estará
a punto de llegar. En la casa reina un silencio que lo está matando así que
enciende la televisión para que haga algo de ruido. A pesar de que la mayor
parte de las últimas semanas, desde que cumplió los dieciocho, hayan sido así
no se acaba de acostumbrar a aquella soledad. Antes siempre acompañaba a sus
padres en sus viajes o, cuando su madre prefería prescindir de su compañía, se
quedaba con sus tíos pero nunca solo en casa. Su madre… No acaba de congeniar
con ella. Era muy fría y la mayoría de las veces pasaba de él. Su padre era
distinto, cuando no estaba en casa lo llamaba continuamente y siempre le
llevaba dibujos nuevos que lo inspiraban en sus bocetos. Lo conocía muy bien. A
su padre le tenía más cariño, sí, sin duda. Empieza a hacer zapping pero no encuentra nada que le
acabe de gustar. Al final se rinde y lo deja en Los Simpson, ha visto ese capítulo unas diez veces pero no le
importa. Al menos lo saca de sus pensamientos. Cuando está prácticamente metido
en el capítulo el timbre lo sorprende.
-Ya era hora.- murmura entre
dientes.
Se acerca a la puerta y la
abre. En el rellano de pie está una asiática de rasgos muy dulces que sostiene
una bolsa, en ella está su cena: arroz tres delicias, un rollito de primavera y
ternera con bambú. Le entregó la bolsa y le dijo cuanto le debía en un español
un tanto precario. Dani sacó de su bolsillo la cartera y le extendió un billete
de diez euros. Cuando la joven le da las vueltas una idea cruza por la cabeza
de Dani.
-Perdona, pero ¿quieres
quedarte a cenar conmigo?
La cara de ella es todo un
poema, incluso sus mejillas comienzan a enrojecer.
-No, lo siento, tengo que
seguir trabajando.- dijo mientras levantaba las otras bolsas del reparto.
-No pasa nada.- respondió
Dani.
Cerró la puerta y se sentó
de nuevo en el sofá. ¿De verdad estaba tan desesperado como para haberle pedido
que se quedara a cenar con él?
Ahí, sentado en el sofá
viendo la televisión solo y cenando comida china se dio cuenta de lo
verdaderamente solo que se sentía. Los últimos días habían sido iguales. En
lugar de comida china había sido una pizza, comida mejica, kebab o algo por
estilo. Siempre sentado en el enorme sofá y siempre viendo la televisión. Pero
sobretodo solo. Y entonces la idea de poder hacer todo aquello con Ariana le
reconfortó. Adiós a las cenas solo. Adiós a la telebasura. Adiós a la comida
para llevar. Había llegado a su vida en el momento exacto y para cambiarla por
completo. Cambiarla para mejor.
Cuando acaba de cenar apaga
la televisión y lleva todo a la cocina. Si su madre llega y encuentra el salón
desordenado quien sabe que podría pasar…
Mejor no exponerse a una bronca segura. Se dio una ducha rápida y se
encerró en su habitación. Como todavía no tenía sueño se sentó en su escritorio
y cogió su libreta de bocetos. Del estuche extrajo un lápiz y lo afila
cuidadosamente. En una hoja en limpio comenzó a realizar los primeros trazos de
aquel dibujo. La forma de la cara, tan angulosa y bella. Aquellos labios,
perfectos… Su nariz y su pelo, sedoso y liso como una tabla. Al llegar a los
ojos se detuvo un momento. No tenía muy claro como dibujarlos, así que se
limitó a trazar la forma y añadirle unas infinitas pestañas. Volvió a los ojos
y trató de plasmar el brillo que transmitían, la magia que irradiaban. Se había
perdido tantas veces en ellos en los últimos días… Unas líneas por aquí, otras
por allí… Lo mira, no le gusta, lo borra y vuelve con ellos. Tras varios
intentos por fin está satisfecho. Coge el cuaderno y lo sostiene en el aire,
observa el dibujo. Sí, ciertamente se parece a ella, es muy fácil reconocerla.
Pero sin embargo… hay algo que falla. Así que arranca la hoja, hace una pelota
con ella y la tira a la papelera. La pelota rebota contra el borde pero
consigue caer dentro. Entonces vuelve a empezar con el dibujo. Esta vez más
despacio, fijándose en cada rasgo de su cara, poniendo más cuidado en cada
pequeño detalle como en ese diminuto lunar casi imperceptible que tiene sobre
la comisura del labio y que antes había olvidado dibujar. Nuevamente se vuelve
a bloquear en sus ojos. ¿Qué demonios tienen, que hacen que le resulte tan
difícil dibujarlos? Pasa rápidamente el lápiz por el papel y le gusta lo que
ve. Luego lo inclina para aplicar alguna sombra. Cuando termina vuelve a
alzarlo en el aire y se queda mirándolo durante un par de minutos. Está
muchísimo mejor que el de antes y cualquiera podría reconocer a Ariana en aquel
dibujo. Pero Dani sigue analizándolo, buscando el mínimo fallo. Nadie le habría
puesto ninguna pega a aquel retrato, pero para él no era suficientemente bueno
y vuelve a desecharlo. Frustrado y cansado decide dejarlo por hoy. Se mete en
la cama y trata de quedarse dormido. Lo último que ve antes de caer en los
brazos de Morfeo son aquellos ojos entre verde azul que tanto lo enloquecen.
Cuenta conmigo :)
ResponderEliminarOh dios, no, no, nooooo, no me dejes así por favor!! Necesito saber más!!
ResponderEliminarMe da mucha pena Dani, puedo decir que sé lo que es sentirse así, y muchas veces necesitamos de esa soledad, pero cuando ya se vuelve una costumbre, un hábito... lo que te deja dentro es una inmensa tristeza. Y qué perfeccionista con el dibujo, eso implica que siente de verdad, quiere reflejarlo al máximo en ese dibujo.
Me encanta, quiero más!! Un besoteeee <3
PD: siento no haberme pasado antes, pero estoy liada con la universidad, y ni tiempo pa escribir tiempo :$ Por suerte, he subido nuevo capítulo hace unos días, sólo que ni tiempo he tenido de avisar jaja. Te espero!! Un besote enorme cariño :D
¡Me alegra saber que alguién entiende de verdad todo lo que hay detrás de este capítulo!
EliminarGracias, de verdad, por todos los comentario y ánimos :)
PD: no te preocupes, yo también ando muy liada con las clases (no de Universidad, pero aún así es un estrés) y gracias por avisarme del capítulo en cuanto pueda leo y comento!
Otro más grande, guapísima!